Descripción
Durante el segundo septenio el niño vive principalmente en su emocionalidad .El propio pensar y la memoria evolucionan rápidamente , aunque impregnados de su parte anímica , preparando el florecimiento de su propio yo.
Evolucionará durante este período en dirección a un pensar cada vez más abstracto, transformando paulatinamente imágenes y fenómenos en conceptos y reglas.
Padres y maestros deben constituirse como una autoridad indiscutida e indiscutible, que lo guíe con mano firme y cariñosa. El sentimiento de lo bello y la fantasía creadora deben ser cultivados mediante actividades artísticas y artesanales.
El segundo septenio culmina con la pubertad, que trae una profunda transformación psíquica y mental, además de la madurez física.